El Polo Norte magnético está a la deriva.
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Las tormentas solares no terminan mientras
que el Polo Norte magnético está a la deriva
Un
astrónomo describió las dos grandes nubes de gas que llegaron a la
Tierra la semana pasada como un hecho "sin precedentes". No
obstante, los expertos señalan que, aunque inusuales, los eventos no
desbordan los límites de la normalidad en lo referente a actividad
solar. Aseguran que las llamas no
representan ningún cambio significativo en el comportamiento del Sol,
aunque subrayan que sólo se cuenta con información detallada de los
últimos 25 años -pues sólo desde entonces se le da un seguimiento
continuo.
"Dos grandes disparos"
A principios de la
semana pasada, las aeronaves que volaban sobre el norte del Atlántico
estuvieron confinadas a un estrecho corredor para minimizar la
exposición a la radiación y los astronautas a bordo de la Estación
Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) se refugiaron en
la sección más protegida. Dos
satélites japoneses se averiaron y se tuvo que suspender el trabajo en
una carretera noruega que depende del posicionamiento satelital. Las
manchas del Sol -áreas donde han ocurrido explosiones recientes que
mandan nubes de gas en nuestra dirección- ya se movieron, de manera que
La Tierra ya no está en la "línea de fuego". Sin
embargo, los astrónomos dicen que es posible que el Sol todavía tenga
algo que enviarnos. Reflexionando
sobre los eventos solares de los últimos días, John Kohl del Centro
Harvard-Smithsonian de Astrofísica en Estados Unidos, dijo que era
"como si La Tierra estuviera en la punta del cañón de una enorme
pistola con la que El Sol nos estaba apuntando... y nos disparó dos
veces". "El Sol está
realmente agitado. Lanzar dos gigantescas llamas en dirección de La
Tierra, una tras de otra es un hecho sin precedentes". "Nunca
he visto nada similar en toda mi carrera como físico solar. La
probabilidad de que esto suceda es tan baja que es una anomalía
estadística".
Polo a la deriva El
polo norte magnético se encuentra a la deriva y se aleja de América del
Norte tan rápido que podría ir a parar a Siberia en menos de 50 años.
Si la hipótesis de los científicos se comprueba, los expertos creen que
Alaska podría perder sus luces o auroras, que serían más visibles en
Siberia o Europa.
Los polos magnéticos son diferentes a los geográficos, que marcan el
eje de rotación de la Tierra. Los primeros migran ocasionalmente,
incluso pueden intercambiar posiciones.
"Esto puede ser parte de una oscilación normal y el polo regresará
eventualmente a Canadá", explicó Joseph Stoner, de la Universidad de
Oregon, durante el encuentro otoñal de la Unión Geofísica de Estados
Unidos en San Francisco.
Polos que migran
Estudios anteriores
demostraron que la potencia del escudo magnético de la Tierra cayó un
10% en los últimos 150 años.
El polo norte magnético se trasladó unos 1.100 kilómetros hacia el
ártico durante el mismo período. Pero
los expertos de Oregon calcularon que el movimiento del polo se aceleró
en el último siglo en comparación con traslados mucho menores en los
400 años anteriores. Los
investigadores analizaron el sedimento de varios lagos del ártico. Como
dichos sedimentos "graban" el campo magnético de la Tierra en cada
momento, se pudo estudiar los cambios en el campo por medio de estudios
con carbono 14. Así
hallaron que el campo magnético boreal se ha trasladado con frecuencia
en los últimos mil años entre Canadá y Siberia. A veces también derivó
en otras direcciones.
Ritmos
Al paso actual, el polo norte magnético podría llegar hasta Siberia. Si
ocurre, Alaska podría perder sus auroras, que tienen lugar cuando las
partículas que se alejan del sol chocan con gases en la ionósfera, lo
que las hace brillar. El
polo norte magnético fue descubierto en 1831 y luego revisitado en
1904, cuando se pudo constatar que se había trasladado unos 50
kilómetros. Pero
es un problema que ha estado por siglos en la mente de los marinos.
Siempre tenían que aprender a lidiar con la diferencia entre el polo
magnético y el geográfico. Ello porque una brújula siempre señala el norte magnético y no el geográfico. ==========================================
Aumenta la velocidad del
desplazamiento del Polo
Ha pasado de diez kilómetros por año en 1970 a cuarenta kilómetros anuales en la actualidad
Domingo 11 Diciembre 2005
El Polo Norte Magnético se ha desplazado 1.100 kilómetros en el último
siglo, lo que representa un movimiento sin precedentes en los últimos
2.600 años que anuncia bruscos cambios geomagnéticos futuros, según una
investigación realizada por la Universidad de Oregón. La velocidad de
desplazamiento del Polo Norte Magnético ha aumentado
significativamente, pasando de los 10 kilómetros por año en 1970, a los
40 kilómetros anuales de la actualidad. A pesar de estas inusitadas
anomalías, los investigadores no ven indicios de una nueva reversión de
los polos magnéticos terrestres, tal como ocurrió hace 780.000 años.
Por Eduardo Martínez. Después de 400 años de estabilidad relativa, el
Polo Norte Magnético parece haber recorrido 1.100 kilómetros desde el
norte de Canadá hacia el interior del Océano Glaciar Ártico en los
últimos cien años, según los resultados de una investigación; realizada
por la Universidad de Oregón que fueron presentados la semana pasada
(5-9 de diciembre) en la asamblea anual de la Unión Geofísica
Americana. Eso significa que el Polo Norte magnético ha cuadruplicado
su velocidad de desplazamiento en el último siglo y que, de seguir a
este ritmo, podría alcanzar Siberia dentro de 50 años. Su velocidad de
desplazamiento ha aumentado significativamente, pasando de los 10
kilómetros por año en 1970, a los 40 kilómetros anuales de la
actualidad. Se cree que esta aceleración en el desplazamiento del polo
magnético se debe a sacudidas geomagnéticas que se producen en el
centro de la Tierra. En la actualidad, el Polo Norte magnético está
situado a unos 150 kilómetros al noroeste de la isla Ellef Ringnes, al
norte del archipiélago ártico, un lugar donde el campo magnético
terrestre es perpendicular a la superficie de la Tierra. Su importancia
radica en que su distancia respecto al Polo Norte Geográfico forma un
ángulo que permite calcular el declive magnético, esencial para la
navegación.
Oscilación natural
Los autores de la investigación señalan en un comunicado difundido por
la Universidad de Oregon, que este desplazamiento no tiene por qué ser
el anuncio de una próxima inversión de los polos magnéticos terrestres,
la última de las cuales ocurrió hace 780.000 años. Para los artífices de esta
investigación, el desplazamiento del Polo Norte Magnético sería la
manifestación natural de un fenómeno de oscilación cuya única
consecuencia apreciable sería que las auroras boreales podrían ser
observadas mejor desde el sur de Siberia y de Europa que desde el Norte
de Canadá y Alaska, como ocurre actualmente. Las auroras boreales se
forman en la capa más alta de la atmósfera, entre 70 y 150 kilómetros
de altura desde la superficie terrestre. La actividad solar produce
partículas que son lanzadas al espacio, en forma de grandes cantidades
de rayos ultravioletas y de rayos X, así como corrientes de protones y
electrones. La ubicación de las auroras sobre la Tierra está
muy dominada por el magnetismo terrestre. En el siglo XIX se observó
que ocurrían más frecuentemente en un cinturón estrecho, la "zona
auroral", que circunvala el polo magnético. Si este polo magnético
evoluciona en su posición geográfica, la observación de la aurora
boreal también se modifica.
La historia en los sedimentos
Los
cálculos que permiten determinar la ubicación del Polo Norte Magnético
sólo tienen una antigüedad de 400 años y para rastrear su historia con
anterioridad a esa fecha es preciso excavar las profundidades de la
Tierra, que es lo que hicieron los investigadores de la Universidad de
Oregón.
Estos investigadores examinaron los registros de varios lagos árticos,
cuyos sedimentos registran el campo magnético de la Tierra en el tiempo
en que se depositaron. De esta forma pudieron conocer la posición del
Polo Norte Magnético desde hace unos 2.600 años. Utilizando estos
sedimentos, descubrieron que el Polo Norte Magnético modifica su
ubicación con relativa frecuencia, moviéndose entre el Norte de Canadá
y Siberia. La variabilidad del Polo Norte Magnético es rica y los
movimientos significativos ocurren cada 500 años más o menos. Sin
embargo, las recientes observaciones señalan que los cambios
geomagnéticos futuros pueden ser más bruscos que los registrados en
estas oscilaciones históricas, según los investigadores.
Estos cambios en la ubicación del Polo Norte Magnético tienen un gran
interés más allá de la comunidad científica, ya que las modificaciones
asociadas a estos desplazamientos pueden afectar a los vuelos
comerciales y a las telecomunicaciones.
Otros datos significativos
Hay
otras investigaciones que han detectado anomalías atribuidas a los
cambios en el campo magnético terrestre. Tal como publicamos en un
anterior artículo, se ha descubierto que la fuerza del campo magnético
terrestre ha disminuido un 10 % en los últimos 160 años, mucho más
rápido de lo que podría esperarse por evolución espontánea, debido en
gran medida a su debilitamiento en una región del Atlántico Sur
conocida como "anomalía sudatlántica".
Según los autores de esta investigación, este debilitamiento del campo
magnético aumenta la vulnerabilidad del planeta a las radiaciones
cósmicas y anuncia su posible desaparición dentro de 1.500 años, así
como una nueva inversión de los polos tal como ocurrió hace 780.000
años.
Por otro lado, una investigación ha determinado a su vez que la
estrella Polar brilla hoy 2,5 veces más intensamente que hace 2.000
años, un fenómeno que, como publicamos también en Tendencias21, puede
estar relacionado con las modificaciones del campo magnético terrestre,
así como con posibles alteraciones en el ritmo de pulsación de la
estrella Polar.
El
campo magnético terrestre posee dos polos: el Polo Norte Magnético,
situado en el Ártico canadiense, y el Polo Sur Magnético, situado en la
Antártida, al sur de Australia. En el Polo Norte Magnético, las líneas
del campo magnético terrestre se orientan directamente hacia el centro
de la Tierra.
El Polo Norte magnético pone rumbo a Siberia
ELMUNDO.ES
MADRID.-
El Polo Norte magnético se está moviendo tan rápido que, según los
científicos, en menos de 50 años podría desplazarse desde el norte de
América, donde está en la actualidad, hasta acabar en Siberia. Según
informa la BBC, este brusco cambio significarúa que los habitantes de
Alaska podrían dejar de ser testigos de fenómenos como las auroras
boreales, que serán entonces visibles desde las áreas más al norte de
Siberia y Europa.
La
Tierra tiene dos tipos de polos, los ge1ográficos y los magnéticos. Los
primeros se sitúan en el eje vertical que divide la Tierra en dos
semiesferas, mientras que los segundos no son constantes y se mueven,
aunque ligeramente, de año en año. Actualmente, el Polo Norte magnético
está situado cerca de la costa oeste de la isla Bathurst, en los
Territorios del Noroeste de Canadá. El Polo Sur magnético, por su
parte, está hoy en el extremo del continente antártico, en Tierra
Adelia. Pero sus oscilaciones son mayores cada año, y tienen a los
científicos y marineros seriamente preocupados, especialmente por el
hecho de que las brújulas apuntan siempre al norte magnético, no al
geográfico.
Al
ritmo de variación actual, el Polo Norte magnético podría acabar en
algún punto de Siberia en unos 50 años, pero no es la primera vez que
se detecta este fenómeno. Fue descubierto en 1831, y cuando fue
revisitado en 1904, los exploradores descubrieron que se había movido
unos 50 kilómetros.
"Los
movimientos actuales pueden formar parte de unas oscilaciones cíclicas,
por lo que quizá después de viajar hasta Siberia luego vuelve a
desplazarse nuevamente a Canadá", señaló Joseph Stoner, un
paleomagnetista de la Universidad de Oregón durante el encuentro de la
Unión geofísica de EEUU celebrado en San Francisco.
Estudios
anteriores demostraron que la potencia del escudo magnético de la
Tierra ha caído un 10% en los últimos 150 años, y en ese mismo periodo
de tiempo el Polo Norte magnético se trasladó unos 1.100 kilómetros
hacia el Ártico.
Para
demostrar sus teorías, los investigadores han analizado el sedimento de
varios lagos del Ártico. Como dichos sedimentos "graban" el campo
magnético de la Tierra en cada momento, pudieron estudiar los cambios
en el campo por medio de estudios con carbono 14. Así hallaron que el
campo magnético boreal se ha trasladado con frecuencia en los últimos
mil años entre Canadá y Siberia, aunque a veces también derivó en otras
direcciones. http://www.elmundo.es/elmundo/2005/12/13/ciencia/1134486961.html |
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